El agua se acumula en pozos. Siempre me ha gustado verla desbordarse. Precipitándose, liberándose, escapando. La energía acumulada al estar inmóvil, estalla...
Shirase Kobuchizawa, también estudiante de preparatoria, su madre desapareció en una expedición científica en la Antártida. Lleva tiempo ahorrando dinero y preparándose para ir a buscarla.
En el transbordo de una estación de tren, el azar ha hecho que ambas estudiantes enlacen sus vidas con un propósito en común: ir a la Antártida.
Hinata Miyake, atiende la caja de un mini súper, terminó anticipadamente la preparatoria con excelentes calificaciones, se encuentra trabajando y ahorrando para ir a la universidad, decide unirse a la expedición en ciernes.
Ahora las tres estudiantes intentarán ser reclutadas por la nueva expedición civil antártica, organizada por algunos compañeros de la madre de Shirase Kobuchizawa. Se enfrentarán entonces a lo que toda expedición polar padece: conseguir recursos, patrocinadores, tripulación, y no cejar ante el desasosiego y la adversidad, mientras se tiene un entrenamiento severo. En ese contexto, aparece la última recluta.
Yuzuki Shiraishi, estudiante de preparatoria, periodista, actriz, cantante y celebridad, en un principio reticente para viajar a la Antártida, gracias a ella la expedición logra obtener el financiamiento necesario.
Lo que sigue a continuación es un viaje a Ítaca, en donde la persistencia y la solidaridad son elementos comunes para realizar un sueño imposible: viajar a la Antártida.
¿Podrá Shirase Kobuchizawa encontrar a su madre?
PD: Me resulta imposible expresar por escrito la belleza simbólica de Un lugar más lejano que el espacio y de la profunda emoción que me ha provocado.
Un lugar más lejano que el espacio (Sora Yorimo Tōi Basho) (Sora Yorimo Tōi Basho), Japón 2018
Dirección: Atsuko Ishizuka
Guión: Jukki Hanada
Estudio: Madhouse